-¿Sabes qué? Hace tiempo dejé de creer en el amor. Me convencí a mi misma que no existía, que era un invento de alguien aburrido hace mucho tiempo y que se dedicaba a escribir sobre eso. Cuando andaba por la calle y veía a una pareja besándose o abrazándose jugaba a adivinar cuando se darían cuenta de que solo jugaban entre ellos y que estaban viviendo una mentira. Pero ahora ya no sé nada. Lo que yo pensaba que era una invención apareció delante mía sin darme cuenta de ello. Me sentía triste y al verte siempre sonreía, pasara lo que pasase y por mucho que no quisiera. No sabía lo que sentía hasta que me rompiste el corazón; hasta que no conseguía olvidarte; hasta que me dolían los ojos de tanto llorar porque estabas con otra persona; hasta que no te miré a los ojos y estaba feliz de tenerte lo suficientemente cerca para sentir tu mirada y escuchar tu risita; hasta que no me di cuenta que cuando hablaba contigo lo único que quería era abrazarte y decirte 'te quiero' hasta que no pudiera hablar más. Hasta que no sentí que daría todo por estar a tu lado. ¿Y todo ese sufrimiento para qué? Para que después tú no sintieras lo mismo. Y cuando llegue alguien por la que sientas lo mismo que yo siento por ti, te darás cuenta de que la única excepción a la frase 'nadie es perfecto', es la persona de la que estás enamorado.
